Tú estás aquí para cumplir una misión. Dios te ha dado una configuración única e irrepetible para lograrla. También necesitas desarrollar habilidades y sumar herramientas, pero sobre todo, vas a necesitar un corazón sano. José cumplió su misión. Recibió autoridad para administrar los recursos de Egipto. Esto fue lo que preservó su vida, la de su familia y la de un pueblo entero, pero para soportar el peso de las exigencias de esa tarea, eran imprescindibles los deseos bien equilibrados de su corazón . Repasemos, José no aceptó tener relaciones sexuales con una mujer casada que intentaba seducirlo. Sabía que su deseo de gloria, mal manejado, podía arruinarlo. Demostró la fortaleza que viene de un corazón sano. Trató de atribuirse el mérito de interpretar sueños. Más bien, su respuesta fue: “No está en mi poder hacerlo. Dios, es duro correr. Es evidente que su deseo de honra era sano”. entrar en autoridad recibió y ayudó a su ser si dio provisión a los que varios años antes lo vendieron como esclavos José no usó su autoridad para vengarse porque su deseo de poder era más que pleno en Dios te hará vivir la vida con plenitud y satisfacción pero para lograrlo necesitas estar seguro de que tu corazón esté sano